Todo esto viene al caso porque, leyendo el archivo de noticias, me encontré con una nota que me llamó mucho la atención y ahora se las comento.
Como de todos es sabido, el Instituto Nacional de Migración padece de un grave problema, el abuso de los Derechos Humanos de los inmigrantes por parte de sus empleados, siendo un ejemplo de lo anterior el motivo de queja presentada ante la Comisión Nacional de los Derechos Humanos por parte de una inmigrante colombiana, y la posterior emisión de una recomendación realizada por la CNDH; todo lo anterior dio pié a que se realizara una entrevista a la Comisionada del INAMI, en la que respondió argumentos, en mi opinión, muy inapropiados.
La comisionada puntualizó durante la entrevista que "en la práctica tiene poco efecto la recomendación" (es decir, les vale) y a manera de definición dijo sobre los Agentes Federales de Migración que "son como todos los seres humanos, los mexicanos y el resto de los servidores públicos… muy proclives a abusar del débil" (en otras palabras: se les pasa porque son mexicanos y se justifica que tiendan a golpear a los viejitos, a la viejas y a los chilpayates).
Todo lo anterior deja vislumbrar una soberbia y la entronización perpetua de la mediocridad en nuestro sistema administrativo de gobierno; en mi opinión hace falta liderazgo al interior de todas las dependencias de Gobierno, o lo que es lo mismo, que la cabeza del grupo se sienta identificado con los flagelos de corrupción que existe al interior de éste y no hablar desde lejos como si el líder no formara parte del problema.
Quisiera resaltar que éstas violaciones tan graves suceden cotidianamente, bajo la vista de gobierno, autoridades, tribunales, Instituciones y la población en general y nadie hace nada por detenerlas; y si esto lo hacen, ¿qué no harán con nosotros, a los que dejaron plantados, vestidos y alborotados como novias de rancho?, esto solo puede suceder con tu conformidad o apatía.